28 de abril de 2012

ESPEJO DE LUNA

CAPITULO 11: UNIVERSIDAD








UNIVERSIDAD
Renesmee

Llegamos a casa, no pude contarle a mi familia lo que había pasado, si lo hacia serian capaces de llevarme de nuevo lejos de Forks. Por suerte mi padre ya no podía leer mi mente, porque no podía dejar de pensar en lo que estaba detrás de mi en el momento en que esos tipos me estaban molestando.

Estaba segura que era él, Jacob Black, ese nombre que se había quedado grabado en mi corazón y que retumbaba cada vez que lo pronunciaba o pensaba en él.

Mañana ingresaría a la universidad, por lo que mis padres y yo nos fuimos temprano de la casa de mis abuelos para que yo pudiera prepararme. Empecé a revisar mi closet, que aunque no era tan grande como el que tenia en la casa de Alaska, era espacioso.

Me medí varias prendas y nada, todas eran hermosas pero no estaba segura de que ponerme.

Decidí dejarlo para mañana, por lo que me dedique a alistar mis útiles. Coloque en mi maletín todo lo que ocuparía para las clases y mientras buscaba algunas cosas en un estante que había en mi habitación, que por cierto estaba lleno de polvo, encontré una caja, recuerdo que de niña esa cajita era muy especial, y en ella colocaba las cosas que yo consideraba importantes para mi; comencé a husmear en ella y vi varias fotografías y dibujos que había hecho hace tiempo, pero lo que mas llamo mi atención fue un dibujo, era de un chico, guapo, se veía que tenia un cuerpo hermoso.

-¿Quién será?- me pregunte extrañada.

Lo seguí mirando hasta que en mi mente otra ves esa niebla que la invadía comenzó a despejarse. ¡Era Jacob!

-¡Oh por Dios!, ¿tan guapo era?- pensé

Era increíblemente hermoso, creo que si cuando mis padres hubieran decidido llevarme lejos y yo hubiera tenido esta edad, no me hubiera ido, ¿Cómo alejarme de este chico?

No podía creer lo que estaba pensando.

-¡Por Dios Renesmee!- me dije a mi misma tratando de ser realista. –Solo es Jacob, tu tío Jake- me seguí diciendo.

Coloque el retrato en el cuaderno que llevaría a la universidad.
 -No tiene nada de malo tener alguna inspiración en clases- me dije sonriendo. –Renesmee compórtate- me regañe cuando me di cuenta de lo que había pensado.

Me acosté temprano pues mañana seria un día cansado.

La alarma sonó. Di un salto de mi cama, corrí a bañarme y cuando salí me coloque frente al armario.

-Ahora si, a elegir- dije

Comencé a medirme toda la ropa, y después de todo elegí una falda que me había regalado mi tía Alice, era muy hermosa, de color azul no muy oscuro, y una blusa negra.

Salí de mi habitación para desayunar, mi madre me había preparado el desayuno.

-¡Hey te ves hermosa!- me dijo

La abrace fuerte y le dije: - No más que tú.-

En eso mi padre entro a la cocina.

-¿Crees que te dejare ir así?- me dijo muy serio
-No, pero mi madre si, y a ella no le puedes negar nada.- le dije guiñándole un ojo.

Hizo una mueca y me entrego unas llaves.

-¿Qué es esto?- le pregunte
-Las llaves de tu nuevo auto- me respondió

¡Oh por Dios! Tendría mi propio auto.

Los abrace fuertemente a los dos y luego de terminar de desayunar salí de la casa, afuera estaba estacionado el auto que mis padres me habían regalado.
Era un Porsche color negro, mi color favorito. Era realmente increíble.

Me subí en el y conduje hacia la universidad. Pase frente a la casa de mis abuelos y soné la bocina, vi que todos se asomaron por la ventana y me dijeron adiós con su mano.

Seguramente ya habían visto el auto antes que yo.

Llegue a la universidad y busque un lugar en el estacionamiento. Por suerte las clases habían comenzado hace solo dos días, por lo que no iba muy atrasada.

Camine por el campus hacia la recepción, y pude notar como muchos chicos se me quedaron viendo. Me dio un poco de vergüenza pero seguí caminando sin prestarles mucha atención.

La señorita de la recepción me entrego mi horario de clases y una lista de libros que debía adquirir.

Fui a mi primera clase, era de Anatomía; el profesor todavía no había llegado por lo que me senté en un campo vacío que encontré en los asientos de atrás.

Una chica que estaba sentada al lado mío me empezó a hablar.

-¡Hola soy Susy Olsen!, mucho gusto- se presento amablemente.

-¡Hola! Soy Renesmee Cullen. –le dije mientras le extendía la mano.

-¿Eres nueva? No recuerdo haberte visto en la universidad.

-Si, me acabo de mudar a Forks, en realidad lo hice ayer, por lo que apenas hoy pude ingresar a la universidad.

-¡Oh ya veo!- dijo mientras sonreía.

En eso el profesor entro y comenzó a dar su clase.

Tome varios apuntes. Y de vez en cuando hablaba con Susy de cualquier cosa.

Era una chica hermosa, su cabello era negro, lacio, era alta y de una tez clara.

Cuando termino mi primera clase me despedí de Susy, pues nos correspondían clases diferentes.

Busque mi salón de clases, ahora me correspondía Biología del Desarrollo. Ingrese al salón y busque algún asiento en la parte de atrás, ahí me sentía mas cómoda.

Una chica se sentó a mi lado y me comenzó a hablar.

-¡Hola! Me llamo Kendra Carter
-Mucho gusto, soy Renesmee Cullen

Seguimos hablando, conociéndonos un poco. En eso ingreso una profesora y dio su clase.

Durante la lección pude notar que un chico que estaba del otro lado del salón me miraba fijamente, era realmente guapo, pero no era eso lo que me atraía, sino su forma de mirarme, no era que me incomodaba como me veía, sino que tenia la plena seguridad de que esa mirada la había visto antes; sabia que no lo conocía, pero su forma de mirar se me hacia tan familiar.

La campana sonó, recogí mis cosas y cuando vi ya el chico había salido del salón. Kendra me invito a almorzar con ella.

Del resto de las clases no hay nada interesante por contar, conocí gente nueva, una chica muy simpática que se llama Jenny, un chico muy amable que se llama Francisco. No volví a ver al chico de la mirada conocida.

Cuando salí de la universidad me dirigí a la casa de mis abuelos, ahí estaban mis padres. Todos me preguntaron como me fue en mi primer día de clases.

Cuando estuve sola con mi madre, mis tías y mi abuela me interrogaron:
-¿Viste algún chico guapo?-
-¿Te gusto alguien en especial?

Preguntaban insistentemente.
-Pues no me gusto nadie, conocí a gente muy amable y me cayeron bien, pero hubo un chico…- y calle mirando hacia el piso.
-¿Qué sucede con el chico?- pregunto mi tía Alice
-¿Esta guapo?- pregunto tía Rosalie
-Dejen que hable- me defendió mi madre.
-Si era guapo- dije sonrojada- pero no es solo eso, era su mirada, es como si alguien me hubiera mirado así antes, alguien que conozco pero no logro recordar quien, es como si esa forma de mirarme ya alguien la hubiera usado.- dije un poco confusa.

No dijeron nada, pues no entendieron lo que les estaba contando, de hecho yo ni lo entendía, simplemente sabia que esa mirada la había visto antes, era como si alguien me hubiera mirado así antes, alguien del pasado.



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