Confesión
Renesmee
Diez tiendas visitamos,
y en solo seis compramos cantidades extremas de ropa, no me consideraba una
compradora compulsiva, siempre que iba de Shopping me gustaba adquirir solo lo
necesario, pero cuando iba con mis tias ellas se empeñaban en lo contrario.
¿Para que contradecirlas?,
si lo hacia sabría como se pondrían y no quería hacerlas sentir mal.
Regresamos a casa
con diecisiete bolsas de ropa, todos nos miraron con cara de les gusta tirar el dinero por la ventana, aunque la economía en
nuestro hogar no era ningún problema.
Subí a mi
habitación llevándome mis bolsas de ropa, pero no las acomode en el inmenso
armario que había en mi habitación, ya que más bien debía hacer mi maleta para
el regreso a Forks.
Estaba emocionada
de volver, por fin estaría en casa de nuevo, en ese lugar donde pase los
mejores momentos de mi corta vida. Apreté fuerte el collar que llevaba puesto,
el que me había regalado Jake. No se porque quería ver a ese lobo, ¿a caso el
quiso verme a mi?, estaba muy resentida con él por eso.
De igual forma no
lo vería, los Volturi nos habían prohibido tener contacto con ellos.
Intente evadir
esos pensamientos de mi mente y concentrarme en el viaje y en mi ingreso a la
universidad. ¿Qué carrera escogería?, me gustaba mucho la música, el arte y la
medicina. No estaba segura que elegir pero debía hacerlo porque ya faltaba poco
para mi incorporación a los estudios.
Recuerdo que de niña
el abuelo Carlisle me leía libros de historia, contándome todo acerca de la
Primera y Segunda Guerra Mundial, también libros sobre arte, su historia, los
pintores más famosos, además me enseñó un poco sobre medicina.
Después de lo que
paso con Félix, un día en el bosque encontré a un perrito que se había clavado
una astilla, el pobre se quejaba del dolor, recuerdo que saque la astilla y comenzó
a sangrar, el olor de su sangre provoco en mi esa sed, pero no quería
devorarlo, al contrario, lo traje a casa y lo curé; cuide de él por varios
meses, hasta que un día un niño toco la puerta de nuestro hogar, pregunto si habíamos
visto un perrito color canela, ya que se le había escapado hace tres meses,
supe que era el que yo tenia y se lo devolví. El niño se fue muy contento y eso
me hizo sentir bien.
Desde entonces me
ha gustado mucho la medicina, ya no bebo sangre de animales, ahora solo consumo
comida para humanos. Pero me da miedo ingresar a la facultad de medicina y
perder el control.
Tenia que pensar
muy bien lo de mi carrera.
Salí de la
habitación para ir al estudio para un buscar algún libro que leer.
Me encontré a
Nahuel en el pasillo.
-¿Para donde
vas?- me pregunto curioso.
-Al estudio a
leer un rato, es que estoy aburrida.
-¿Quieres venir
un momento afuera?, me gustaría hablar contigo.
-Claro ¿de que
quieres hablar?
-Ya lo veras.-
dijo mirando hacia el piso, como si sintiera pena.
Estando ya afuera
se puso en frente mío, sin despegar su mirada de mis ojos, pude notar que había
algo diferente en él. Sus ojos brillaban de una manera exagerada.
-Renesmee debo
confesarte algo.- me dijo algo nervioso.
-¿Es algo malo?-
pregunte
-Depende de cómo
lo veas.- dijo sonriendo. –Llevamos tres años de conocernos, y en todo este
tiempo te has ganado mi cariño; lo que sucedió con Félix me hizo acercarme mas
a ti, con una necesidad de cuidarte; cuando eras niña jugaba contigo, luego
fuiste creciendo y poco a poco me fui ganando tu confianza y tú la mía. Ahora
siento que las cosas han cambiado.- dijo y guardo silencio
Me quede
escuchando en silencio sus palabras, viéndolo fijamente. Pero, ¿Por qué dice que las cosas han cambiado?, a caso ¿ya
no me quiere?
-¿A que te
refieres con que las cosas han cambiado?- pregunte desconcertada.
-A que ya no
siento el mismo cariño de antes, ahora te veo diferente, no como una hermanita,
sino como una mujer. Estoy enamorado de ti Renesmee.- declaro rápidamente como
si le faltara el aire.
Quede paralizada
ante su confesión, ¿Nahuel enamorado de mi?, después de tanto tiempo de ser
amigos ¿era esto posible?
No supe que
responder, solo lo mire fijamente sin hacer ningún movimiento, estaba casi en
shock.
-¿Qué piensas
Renesmee?- me dijo desesperado por una respuesta.
-Es que no se que
decir.- confesé.
-Se que no te lo
esperabas pero las cosas se dieron así.- dijo sonrojado –me gustaría saber si
te parece que empecemos a tratarnos de otra forma, como algo mas que amigos.-
me propuso
-¡Oh Nahuel!, no
se que decir de verdad no me lo esperaba, pero tú y yo somos solo amigos, y no
me gustaría perder tu amistad, creo que es mejor que sigamos como siempre.- le respondí,
se que había sido dura pero siempre me había gustado hablar con la verdad.
-Si es lo que
quieres lo acepto, pero te advierto que no me rendiré hasta conquistarte.- dijo
tomando mi mano para besarla. –Eres hermosa.- concluyo.
-Creo que debo
entrar- afirme todavía un poco sorprendida por la noticia.
Entre a la casa y
mi familia estaba en la sala, todos me
miraron paralizados, al parecer habían escuchado todo.
Era difícil
convivir con vampiros, no podías tener privacidad.
-Bueno ya lo
saben, y no quiero tocar el tema.- dije duramente antes de que comenzaran con
el interrogatorio.
Subí a mi
habitación para meditar lo que había pasado, pensé toda la noche en lo que
Nahuel me había confesado, todavía no lo podía creer. Pasaron las horas y seguía
dando vueltas en mi cama, hasta que logre conciliar el sueño.

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenten si les gusto el capitulo :)