8 de mayo de 2012

Espejo de Luna

CAPITULO 3: DESPEDIDA





DESPEDIDA

El tiempo había pasado muy rápido desde la noche anterior, ya había amanecido y era un día muy común, nublado con una corriente fría.

La propuesta de irnos lejos que le había planteado a Edward parecía haberle caído bien, apenas daban las 8am cuando lo vi salir de la habitación.

-¿Para donde vas?- Le pregunte

-Llamare a la agencia de viajes- Me dijo mirándome con una sonrisa- Cuanto antes nos vayamos mejor.

Me quede sorprendida, sin decir palabra alguna, sabia que estaba de acuerdo con mi plan pero no pensé en que quisiera irse tan rápido.

Salí de la habitación y entre a la de mi hija, todavía estaba dormida y no quise despertarla, sabía que ayer había sido un día muy impactante para ella.

Baje al salón donde todos estaban, todavía se encontraban todos los vampiros que nos habían ayudado a testificar a favor de Renesmee; se estaban despidiendo, por lo visto ya se iban.

Nos despedimos amablemente de todos no sin antes agradecerles por su ayuda.

Nahuel todavía se encontraba en la mansión. Al parecer no se iba a ir hoy.

En eso entro Edward y me tomo de la cintura, miró fijamente a su familia y dijo:
- Bella y yo hemos tomado una decisión.
-¿Que pasa Edward?- Pregunto Carlisle preocupado- ¿Qué decisión han tomado?
-Hemos decidido marcharnos de Forks- Dijo con un tono de seguridad.

Todos nos miraron desconcertados.

-¿Pero porque? ¿Se piensan ir solos?- Grito exaltada Rosalie, sabía que lo hacia porque que si Edward y yo nos íbamos nos llevaríamos a Renesmee y eso le dolería.

-Es lo mejor- Le respondí. – Ustedes pueden venirse con nosotros si quieren pero quiero mantener alejada a mi hija de los lobos.

Todos me miraron sorprendidos por lo que acababa de decir, sabían a que me estaba refiriendo porque habían notado la preocupación de mi esposo y la mía cuando Aro pronunció  aquellas palabras antes de marcharse.

-No podemos irnos todavía, debemos dejar muchas cosas solucionadas antes de marcharnos así- Afirmó Carlisle. –Una vez que todo este en orden iremos hasta donde ustedes estén.

-Carlisle tiene razón- Dijo Alice acercándose hacia nosotros con ese movimiento danzarín que posee. –¿A donde piensan ir?- Preguntó.
Mire a Edward porque ni si quiera había pensado a donde podríamos ir, estaba mas ocupada pensando en como se lo diría a mi hija.

-Alaska es un buen sitio- Respondió Edward mirándome y besando mi cabeza. – Llame a la agencia de viajes y hay un vuelo programado para las 3 de la tarde. Debo llamar para confirmar si aceptamos el vuelo.- Afirmó.

-Pues me parece perfecto Alaska- Dijo Emmet con esa voz bromista que solo el poseía.

-Pues tomen el vuelo y una vez que todo este listo los demás partiremos hacia donde ustedes se encuentre. – Alego Carlisle con una gentil sonrisa.

Rosalie todavía no se veía muy convencida, seguramente no quería alejarse de Renesmee aunque fuera por poco tiempo, pero de igual forma no se opuso.

-Pues llamaré para confirmar el vuelo- Dijo Edward. – También debo hacer una reservación en un hotel mientras buscamos donde vivir.- Continuó.

- Yo poseo una mansión en Alaska- Pronuncio Nahuel. – Es una hermosa casa, y tenia pensado mudarme hacia allá una vez que terminara con el asunto de los Volturi. Me gustaría ofrecerles que se vayan a vivir conmigo, es un enorme lugar y se que todos nos acomodaremos muy bien- Afirmó con una gran sonrisa que mostraba su gentileza.

-No queremos ser una molestia- Dijo Edward un poco apenado. –Ya nos has ayudado mucho y no queremos ser inoportunos.

-No es ninguna molestia Edward- Alego Nahuel. –De verdad me gustaría vivir con todos ustedes. Me han caído muy bien pero si luego no les gusta la vivienda se pueden mudar, pero por lo menos acepten venir conmigo mientras se reúnen con el resto de su familia- Dijo encogiéndose entre hombros.

-Te lo agradecemos mucho- Le dije sonriéndole. Mire a mi esposo para tratar de ver en su mirada que opinaba; no vi ningún tipo de negación por lo que mire a Nahuel.
–Aceptamos- Le confirmé.

-Me alegra su decisión- Nos dijo mirándonos a los dos con su sonrisa impecable.

-Bueno creo que debo alistar la maleta de mi sobrina, no por estar lejos de mí por un tiempo querrá decir que estará falta de moda- Dijo Alice. –Edward dame lsa llaves de tu casa.- Le dijo como dándole una orden. Edward se las lanzo con una sonrisa de “nunca cambiarás” y Alice se marcho con Jasper hacia nuestra casa, con ese caminado que daba gracia.

-Creo que debemos hacer algo antes de marcharnos- Me dirigí hacia Edward

-¿A que te refieres amor?- Me pregunto.

-Debemos ir a la aldea- Le respondí un poco atemorizada por su expresión. –Creo que Jacob tiene derecho a despedirse.

-Tienes razón- Me dijo besando mi frente; no espere esa respuesta, esperaba que reprochara un poco y que al final terminara aceptando, pero creo que entendía que tampoco Jake merecía esto.

-Vayan tranquilos- Nos dijo Esme tomando nuestras manos. –Yo me encargare de alistar sus maletas.

-Te lo agradezco Esme- Le dije abrazándola. Ella a pesar de no ser madre tenia ese instinto que te hace sentir protegido y querido, ella te expresaba solo con una mirada todo lo que una madre podía hacerte sentir.

Subí al cuarto donde estaba hospedada mi hija, ya había despertado y estaba tomando un baño.

Espere sentada en la cama a que saliera, y una vez que lo hizo se lanzo a mis brazos para darme un fuerte abrazo.

-Mi amor tenemos que hablar- Le dije tratando de ser lo mas suave posible porque sabia que la noticia le afectaría. –Debemos viajar, mudarnos de casa para poder estar seguros.

Renesmee me miro desconcertada.

-¿Mi tío Jake vendrá con nosotros?- Pregunto.

No podía creer que él significara tanto para ella, solo en él pensaba. Si esto era así ahorita, no quería imaginarme cuando ella creciera. Por este motivo fue que Edward y yo tomamos la decisión de marcharnos.

-No mi amor, él no puede venir, espero que seas fuerte y logres entenderlo, pero el no puede abandonar su hogar, a su padre ni la aldea- Le dije esperando que comprendiera.

Renesmee se echo a llorar, nunca la había visto así, parecía que le estaba arrancando algo que le pertenecía.

-Lo siento nena, se que te duele, pero te prometo que volveremos y podrás volver a ver a tu tío Jake. –Le dije tratando de suavizar un poco la situación.

-¿De verdad lo prometes?- Me preguntó con sus ojitos empapados de lágrimas.

-Si mi amor te lo prometo- Le respondí abrazándola hacia mi pecho. –Ahora debes alistarte porque hoy mismo nos vamos, tus abuelos y tíos nos alcanzaran luego. Pero antes quiero que vayamos a la Push, para que te despidas de todos los lobos- Le dije guiñándole un ojo.

-Si mami.- Dijo corriendo para vestirse.

Salí de la habitación y baje a la sala donde estaba Edward, lo abrasé fuertemente y lo bese.

-Ya se lo has dicho, pude ver en su mente que no esta muy feliz por la noticia pero que quiere estar con nosotros.- Me dijo Edward como sabiendo que le preguntaría que pensaba Renesmee.

-Si espero que no le afecte tanto una vez que lleguemos a Alaska.

En ese momento Renesmee bajo y corrió hacia nosotros.

-Estoy lista- Es todo lo que dijo. Se dirigió hacia el auto de Edward deseosa de llegar a la Push.

La seguimos no tan ansiosos de ir porque predecíamos la reacción de Jake.

Edward condujo hacia la Push, a una gran velocidad, no porque tuviera deseos de llegar sino que debíamos ser rápidos ya que el vuelo salía a las 3pm y ya eran la 10am.

El día estaba nublado pero no con lluvia. No podía creer que dejaría atrás Forks, como sería capaz de alejarme de mi padre de esa forma. Edward parecia saber lo que pensaba porque tomo mi mano y me dijo:
-Creo que deberíamos ir primero a despedirnos de tu padre.

Llegamos a la casa de Charlie, Sue nos abrió y nos invito a pasar con esa tonalidad amable propia de ella.

Charlie estaba viendo la t.v., sentado en el sofá.

Renesmee se le abalanzó encima, no se como no lo lastimo.

-Abuelo te quiero- Le dijo mi hija.
-Yo también te quiero mi pequeña- Le respondió Charlie con mucha ternura. –Hola Bella, hola Edward- dijo mirándonos feliz de verme y de ver a Renesmee.

-Hola Charlie- Respondimos los dos al mismo tiempo.

-Venimos a despedirnos- Le dije directo al grano porque quería salir de esto rápido, era algo que me dolía. –Nos vamos a mudar.

Vi que el rostro de Charlie poco a poco fue borrando su sonrisa pero no renegó ni preguntó el porque.

-Pues me alegro de que hayan venido a despedirse- Afirmó con la tristeza marcada en su rostro. –Los voy a extrañar mucho.- y se dirigió a abrazarme.

Correspondí al abrazo.

-Bueno solo veníamos a eso- Le dije tratando de no ser tan dura. –Te prometo que te llamare todos los días.

Me miro y esta vez parecía estar un poco más aliviado.

-Hasta luego Charlie- le dije

Edward le extendió su mano y Charlie correspondió.

-Adiós abuelo.- Dijo Renesmee y le dio un beso en la mejilla y un fuerte abrazo.

Hablar con Charlie no fue tan difícil. Al parecer ya había comprendido que yo estaba casada y que debía hacer mi vida. Además estaba un poco mas tranquila en dejarlo porque sabia que Sue estaba con él.

Pero ahora debíamos ir hacia la Push, eso si seria difícil.

Llegamos y visualizamos a lo lejos a los lobos, jugando luchitas en la arena. Sam estaba sentado abrazando a  Emily. Quil estaba jugando en la arena con Claire. Y Jacob estaba con hablando con Seth y Leah.

Nos acercamos poco a poco hasta que ellos se percataron de nuestra presencia.

Nos miraron un poco extrañados, seguro pensaban que después de lo de los Volturi no volveríamos a pisar ese territorio.

Renesmee que estaba tomada de la mano de Edward y la mía nos soltó corriendo hacia donde Jake lanzándose en sus grandes brazos.

-No dejes que me lleven- Fue lo que dijo mi hija al lobo, casi llorando.

-¿Ah? ¿Cómo adonde piensan llevarte?- Dijo Jake muy confundido. En eso levanto su mirada hacia nosotros esperando una respuesta.

-Renesmee ve a jugar mientras hablamos con Jacob- Le ordeno Edward a Renesmee.

Ella resignada soltó al lobo y se fue hacia donde estaba Claire con Quil.

-¿Por qué Nessie ha dicho eso?- Pregunto alterado Jake.

- Lo siento Jacob. – Fue lo único que pude decir. –Hemos decidido marcharnos de Forks por un tiempo.

-¿Qué? ¿Pero por que?  – Dijo Jacob casi acercándose hacia nosotros.

Los demás lobos nos miraban desconcertados.

-Bella sabes que si te llevas a Nessie me estas arrancando la vida. Ella es la razón de mi existencia.
En ese momento sentí que debía desechar la decisión tan apresurada que había tomado, que debía quedarme en Forks sin alejar a Renesmee de Jake. Pero el orgullo y el temor de perder a mi niña fueron más grandes.

-Lo se Jake, pero será por un tiempo, hasta que Renesmee crezca y alcance la apariencia que Aro desea. –Le respondí muy agobiada por el estado en el que él estaba.

-¿Es por eso que quieren irse?- Pregunto indignado. –Si tienen miedo de que esos malditos vampiros vuelvan porque nosotros estamos cerca de ustedes, tengan la plena seguridad de que no nos acercaremos. Pero por favor no se la lleven, si lo hacen yo no sabre nada de ella, en cambio aquí en Forks se que estará bien porque yo cuidare de ella sin acercarme demasiado. Lo prometo- Decía Jake casi perdiendo el aire por la desesperación.

-Jacob ya la decisión esta tomada, te mantendremos al tanto de cómo esta Renesmee, lo prometo. Yo me encargare de que alguno de nuestra familia te informe como esta ella, hasta al mismo Charlie le pediré que te avise.- Le dijo mi esposo con mucha convicción.

-No lo puedo aceptar- Dijo Jacob con una mirada llena de furia pero a la vez tristeza.

-¡Renesmee!- La llamo Edward. – Ven a despedirte, es hora de irnos. –Le dijo.

Renesmee con su cara de resignación se dirigió hacia los lobos, abrazándolos uno por uno.
-Adiós tío Sam, Adiós tía Emily, Adiós tío Seth, Quil…- y así con cada uno.

Se que todos la extrañarían porque su dulzura había hecho que se ganara el cariño de todos.

Dejo de último a Jake.

-Adiós tío Jake. Sabes que te quiero y algún día volveré. –Le dijo abrazándolo con sus pequeños bracitos.

-Yo también te quiero mi niña. Cuídate mucho. –Fue lo único que pudo pronunciar Jacob, estaba destrozado y casi llorando.

Tome a Renesmee antes de que fuera más difícil el momento. Nos dirigimos hacia el auto con rapidez con el temor de que Jake se abalanzara hacia nosotros para quitarnos a nuestra niña, o eso era lo que yo pensaba que él haría.

Cuando subimos al auto pude ver como todos los lobos rodeaban a Jacob, tratando de consolarlo.

Fue un momento incomodo, pude sentir el sufrimiento de mi hija y aun así eso no me hizo detenerme, pude ver la desesperación de Jacob y aun así no pude arrepentirme de la decisión que había tomado.

En el pasado había lastimado mucho a Jake, y ahora que él volvía a sonreír le estaba arrancando esa fuente que lo hacia vivir. Pero debía mantener a mi hija conmigo, era lo único que pensaba.

Llegamos a la mansión Cullen y todos nos estaban esperando. No quisimos tocar el tema de nuestra visita a la Push por lo que solo nos dirigimos a tomar el equipaje y colocarlo en el auto.

-Esme y yo los acompañaremos  al aeropuerto- Nos dijo Carlisle.

-Perfecto.- Entonces Renesmee despídete de tus tíos.

Eran muchas las despedidas que mi hija había tenido hoy, por lo que solo opto por abrazarlos uno a uno sin decir nada, tal vez estaba muy impactada por el estado en que habíamos dejado a Jacob.

Una vez en el auto nos dirigimos hacia el aeropuerto.

Edward conducía, yo iba a su lado, nuestra hija y Nahuel iban en los asientos de atrás. En el auto de atrás nos seguían Carlisle y Esme.

Cuando llegamos al aeropuerto estuvimos solo como una hora esperando a que digieran que ya era hora de partir.

Cuando por fin escuchamos el número de nuestro vuelo, caminamos hacia la fila que se empezaba a hacer.

-Nos veremos pronto. –Dijo Carlisle con su gran sonrisa.

-Avísennos cuando decidan partir- le respondió Edward.

En eso vi a alguien correr hacia nosotros, no lo podía creer

-Esperen todavía no se vayan.- Grito Jacob corriendo.
-Tío Jake- grito mi hija dirigiéndose hacia él para abrazarlo.
-Nessie no te puedes ir sin antes darte un regalo.- Le dijo con ternura el lobo.
-¿Un regalo para mi?- Le pregunto desconcertada Renesmee.
-Si.- y saco de su bolsillo una medalla plateada, era un circulo, la mitad era una luna y la otra era el símbolo de los quileutes. –Esto lo he hecho para ti, para que nunca me olvides.
-Gracias tío Jake, pero yo nunca te olvidare.- le respondió mi hija, y de pronto se quito un collar que le había regalado Alice cuando nació, era un collar con la inicial de su nombre, la “R”. – Esto es para ti, para que tú tampoco me olvides nunca.
-No mi niña, yo jamás te olvidare.- Le confirmo el lobo poniéndole el collar que él le había traído y poniéndose el que ella le había regalado.

La abrazo fuertemente y le susurró al oído, aunque con mis oídos de vampiro pude escuchar claramente.

-Por favor Nessie, nunca me olvides, aunque yo forme parte de tu pasado.- Le dijo Jacob con un tono de tristeza y luego beso su frente.

- No lo haré, lo prometo.- Asintió Renesmee.

-Es hora de irnos.- interrumpió Edward.

-Anda, ve- Le dijo Jake a Renesmee.

Ahora ella se veía mas feliz y corrió hacia nosotros diciendo adiós con su mano a Jake y a sus abuelos.

-Bella, Edward- Se dirigió Jake hacia nosotros. –Cuídenla bien, por favor. –Nos pidió.

-Eso no tienes ni que decirlo- Le respondió Edward con una sonrisa.

Seguimos caminando y abordamos el avión, ahora empezaríamos una nueva vida.




IR AL CAPITULO CUATRO


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenten si les gusto el capitulo :)